Nada es como lo imaginas.
Las historias aterradoras abundan en Internet. Sobre todo aquellas que dicen haber ocurrido hace años y que causaron tanto impacto que se hicieron virales hasta en nuestros días. Sin embargo, no todas esas terroríficas situaciones son ciertas. Al menos no como imaginas.
Hace mucho tiempo ha estado circulando la aterradora historia de la familia Buckley, cuyos protagonistas eran los niños llamados Susan y John.
Según cuenta la historia, los niños celebraban Halloween, tal como los demás en su vecindario. Pero ellos querían sorprenderlos a todos y planearon conseguir un maniquí y simular que le cortaban la cabeza. Aunque de pronto surgió una idea que era mejor para ellos: decapitar a su propia madre.
Cuando la mujer entró a casa, los niños tomaron el hacha y la degollaron. Y llamaron a la policía luego de darse cuenta de lo que habían hecho.
Y les tomaron esta fotografía:
Aterrador, ¿no? Bueno, esta vez la realidad supera a la ficción y es poco probable que alguien decapite a su madre porque sí (estando completamente sano, claro). Y, si te pones a pensar, ¿quién en su sano juicio se prestaría para fotografiar tan aterrador momento? Y sobre todo en esa época.
Antes de que comiences a preguntarte qué pasó realmente, tengo que decirte que la historia es completamente falsa y la que la foto fue editada por un experto.
El autor es Edward Allen, un artista gráfico que encontró una fotografía antigua de una familia y la editó para volverla terrorífica. Y así lo ha hecho con cientos más.
Y la llamó “Matricidio en el oeste”
¿Ves? una familia antigua, claro, terrorífica, pero nadie murió.
El trabajo de Edward es sencillamente fascinante y aterrador. Por años muchos creyeron que la imagen era real.
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