Según los investigadores de la Universidad de Greenwich las dolencias físicas se ven reducidas con esta práctica. El debate ya es total.
¿Quién lo diría? Uno de los remedios más efectivos para lograr combatir el malestar físico no es el famoso paracetamol, sino que tomarse sagradamente dos cervezas diarias. Aunque parezca increíble, esta práctica genera una proporción que reduce una cuarta parte la dolencia, ya que el alcohol aumenta la dosis en sangre en un 0,08% y amplía el umbral de dolor, según los investigadores de la Universidad de Greenwich, Inglaterra.
"El alcohol puede ser comparado con fármacos opiáceos como la codeína y sus efectos son más potentes que los del paracetamol. Si podemos hacer una droga sin los efectos secundarios dañinos, entonces podríamos tener algo que es potencialmente mejor que lo que está ahí afuera en este momento", explicaba a "The Sun" el doctor Trevor Thompson, coordinador de este estudio publicado en el «Journal of Pain», consigna ABC de España.
¿Cómo fue posible llegar a esta conclusión?
Bueno, los investigadores debieron analizar 18 estudios sobre la dosis del alcohol en la respuesta al dolor en los seres humanos. Tras observar a 404 personas se comprobó que "el alcohol es un analgésico eficaz que logra reducciones clínicamente significativas en las puntuaciones de intensidad del dolor. Esto podría explicar el abuso del alcohol en aquellos pacientes que tienen un dolor persistente, pese a las posibles consecuencias para la salud que tiene a largo plazo", señala el estudio.
En todo caso hay que ser claros, los especialistas reiteraron que a toda costa el alcohol no es bueno para la salud y que su consumo a largo plazo es muy dañino. Sin embargo, aseguran que tras los resultados aún no se conoce si esta sustancia reduce el dolor porque afecta a los receptores cerebrales o porque reduce la ansiedad.
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