Nada puede ser más triste y duro que saber que una
persona que amas está a punto de morir. Ir día tras día al hospital pensando que esa puede ser la última vez que la veas, es infinitamente difícil. Pero amarla y no poder siquiera verla por prohibición es aún peor…
persona que amas está a punto de morir. Ir día tras día al hospital pensando que esa puede ser la última vez que la veas, es infinitamente difícil. Pero amarla y no poder siquiera verla por prohibición es aún peor…
La esposa del usuario de reddit Mellifluous_Username había sido sometida a una cirugía muy invasiva que no resulto como se esperaba. Su pronóstico no era nada bueno, no comía ni bebía nada y se mantenía bajo los efectos de fuertes calmantes para el dolor. En un momento de lucidez, convenció a su marido de llevar a su perra Bella al hospital .
El gran problema era que los hospitales tienen prohibida la entrada de cualquier tipo de animal a sus instalaciones y su mascota era nada más ni nada menos que un pastor australiano de 22 kilos de peso.
De pronto la idea apareció: una maleta. Para la suerte de todos, Bella cabía perfectamente en una de tamaño estándar, así que procedió a empacarla.
Con el cierre abierto la llevó en el auto hasta que llegó al centro medico. Allí le explicó que tenía que cerrar la maleta por un momento para que pudiera ver a mamá. Entonces Bella increíblemente no hizo ruido alguno durante esos minutos. Cuando pasó frente a las enfermeras, les explicó que llevaba algunas cosas para que su esposa estuviera más cómoda (e inmensamente feliz). Las enfermeras no vieron el problema.
“Cuando entramos en la habitación, mi esposa estaba dormida. Abrí el cierre de la maleta, y Bella de inmediato saltó sobre la cama, y con mucho cuidado se recostó sobre su pecho, esquivando como pudo los cables. Se instaló justo donde podía mirar a los ojos de mi delicada esposa, y permaneció ahí totalmente inmóvil, hasta que unos diez minutos más tarde, mi mujer se despertó y comenzó a gemir de dolor”, contó el viudo.
El perro empezó a lamerla, y a gemir silenciosamente, como si supiera que ladrar arruinaría el plan.”Mi mujer la abrazó durante mas de una hora, sonriendo. Una enfermera nos descubrió, pero prometió no decírselo a nadie. Cuando mi esposa finalmente se volvió a dormir, cargué a Bella de nuevo en la maleta”, continúa él.
Poco tiempo despues la mujer murió y ahora son sólo su esposo y Bella. Cada vez que él toca la maleta, ella piensa que irá a ver a su madre nuevamente. Incluso se pone en modo silencioso, como aquella vez de la despedida...
“No puedo comunicarle adecuadamente que mami se fue”, asegura el viudo.
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